Historia
De cómo una simple picada cambia tu vida El ahogo me despertó deseando respirar y aturdida con el dolor de cabeza, el mismo con el que me acosté, me hicieron llegar a la conclusión de que era momento de acudir nuevamente al médico. Durante cinco meses estuve tratando de convencerme de que pronto pasaría. Ya había escuchado que algunos pasaban hasta dos años con “las secuelas” del virus del Chikungunya, pero mi franco deterioro iba en ascenso y era insoportable. Aunque me quejé una que otra vez de la inflamación de las manos traté de seguir con las labores domésticas, pero luego se agrietaban y escamaban haciendo imposible asir nada, y las cosas más simples (Como escribir en mi blog, comer y hasta bañarme) eran tormentosas por el dolor, el dolor de cabeza y de ojos todos los días, me ardía y picaba la piel, se inflamaron mis venas, empecé a debilitarme, luego se unió el insomnio, mi rostro comenzó a escamarse tambien, me tuve que cortar el cabello porque peinarme era impo